La quema de activos digitales significa destruir una moneda o una ficha de forma permanente, pero ¿por qué hacer esto? Es una gran pregunta, y aquí tenemos la respuesta.
¿Qué es la quema de fichas?
Primero, aclaremos lo básico ¿de qué estamos hablando exactamente? Quemar una ficha significa destruirla permanentemente. Esto lo puede hacer (cualquiera) enviándo (la cantidad de tokens que esté quemando) a una dirección privada congelada (también llamada dirección de quemado) que, sí es auténtica, es una dirección de la que no se pueden recuperar las monedas.
¿Por qué alguien destruiría fichas?
El valor es una fusión entre la oferta y la demanda. Cuanto mayor sea la demanda de un activo dado, generalmente mayor será su valor. Y a la inversa, cuanto menor sea la oferta, mayor será su valor.
Entonces, donde el suministro de una moneda o token determinado es fijo (Bitcoin es un excelente ejemplo de esto, con el contrato inteligente subyacente que garantiza que se puedan generar solo 21 millones de BTC) hay margen para afectar su valor al destruir parte de ese suministro.
Esto se puede utilizar para varios fines, incluido el aumento del valor del token, la producción de estabilidad de valor o, en algunos casos, la creatividad con el concepto de valor, como estamos viendo actualmente con algunas colecciones de arte NFT.
Caso de uso real. Ejemplo
Las billeteras quemadas se pueden usar como una forma de ocultar a los grandes tenedores o “ballenas” que poseen una gran parte de los tokens de un proyecto. Aquí hay un ejemplo: imagina que un desarrollador de proyecto le dice a la comunidad que el equipo de liderazgo solo posee 1,000,000 de las 10,000,000 de monedas emitidas que sería un 10% del total.
Esto suena como una parte razonable, ¿verdad? Pero inmediatamente, el equipo quema 6.000.000 de monedas restantes, dejándoles una participación del 25 % de todo el proyecto. Tal propiedad centralizada hace que un proyecto sea más vulnerable y también centraliza el control en manos de unos pocos.
Tiradores de alfombra
Los desarrolladores de proyectos pueden engañar a su comunidad al afirmar que las monedas se queman cuando, en realidad, las monedas se envían a una billetera que ellos controlan. Una vez que el precio aumenta, los desarrolladores podrían vender sus monedas y marcharse con una gran ganancia, dejando a los accionistas restantes con fichas sin valor.
Hay varias formas de reducir el riesgo de ser estafado en el espacio criptográfico, pero el mejor método es realizar la mayor investigación posible sobre los miembros fundadores, los contratos inteligentes y el documento técnico de un proyecto. La comunidad criptográfica es relativamente nueva y estar bien informado puede protegerlo de los malos actores que acechan en las sombras.
Para concluir.
La quema de tokens no se trata solo de deshacerse de los tokens, sino que es parte de una historia más amplia en la que el control en varias formas se devuelve a las personas, y esto seguramente dará lugar a algunos desarrollos de blockchain interesantes, útiles y estimulantes para aquellos que comprenden su utilidad.